EL ORDEN DE LOS FACTORES ALTERA EL PRODUCTO PARTE IV (Y ÚLTIMA)
¡Hola chic@s! ¿List@s para
brillar?
Pues efectivamente, como os dije
ayer hoy podemos terminar con los productos en el rostro, nos quedarían 3
productos y ¡creo que voy a poder completaros toda la explicación en una semana
tal y como había planeado! Hoy acabaremos con el rostro, mañana viernes ojos, sábado labios y domingo ¡libro!
(de leer, no de librar :P )
Una vez puestos todos los
productos que nos unifican el color de la piel y le dan una cierta calidez, llegan los productos más divertidos, con los que podemos jugar un poco más: el
colorete y el iluminador.
En cuanto al colorete: Si tienes tendencia a que se te suba el color a las
mejillas cuando estás en un ambiente cargado, estás agobiada o cuando sientes
vergüenza o timidez, puedes estar tentada a no usar colorete, yo he estado años
sin usarlo, por estos motivos; sin embargo, ahora me doy cuenta de que no tiene
nada que ver, como he dicho: tu cara es un lienzo que tienes que esculpir, y si
usas una buena base, con una cobertura medio decente, verás que hace falta algo
de color, si bien puedes optar, cómo yo hago, por colores similares al color de
tu rostro, colores apagados o amarronados, y ponerte poco producto, un toque
sutil, pero que está ahí y contribuye a darle calidez al rostro. Coloretes
también encuentras en el mercado en diferentes formatos, se trata de encontrar
uno que te funcione, en cuanto a color, duración…y ¿por qué no decirlo? No
tenemos que limitarnos a uno, sino que querremos tener muchos y cada uno
servirá para un momento y maquillaje distintos.
Iluminador: Siempre os digo que debemos estar listas para brillar,
y no hay mejor modo de brillar que usando un buen iluminador. En el mercado los
encontraremos con varias texturas, en barra, en polvo, líquidos, de nuevo os
digo que la elección de uno u otro dependerá de vuestro gusto personal, y del
deseo de cada uno de que se note más o menos en el rostro. Así podemos huir de
iluminadores que contengan purpurina, por encontrarlos exagerados, o tirarnos
de cabeza a por ellos, por ejemplo si se trata de un evento de noche en el que
no haya que guardar tanta etiqueta como en una boda. Lo que os aconsejo, no obstante
es que si aplicáis iluminadores líquidos, después lo mejor será sellarlos con
uno en polvo, para no perder su potencia o su efecto, pues tras el líquido
probablemente sellemos la base y perdamos fuerza en ese iluminador.
Fijador: En este punto, y antes de ponerte a retocar tus ojos con
un lápiz y por supuesto, antes de ponerte la máscara de pestañas—pero quizá
después de haberte puesto sombras en los ojos—es bueno usar un spray fijador,
este spray va ayudar a que todos los productos se asienten y mezclen en tu
rostro, y se fijen para una mayor duración, además, puede tener un efecto
matificante, lo que a las pieles mixtas o grasas, nos va a venir de perlas.
Este es realmente un paso importante para una mayor duración del maquillaje, si
bien es cierto que, de normal nos los solemos saltar, quizá por la falta de
costumbre, o porque, establecemos una rutina al principio que, al no tenerla
muy interiorizada se nos olvidan pasos, y nos acordamos cuando lo tenemos ya
todo aplicado en la cara, pero ¿humedad en la máscara de pestañas? No, no,
mejor dejemos el fijador para otro día, antes de salir de casa con churretes ya
incorporados…
Y nada más por hoy, me despido
recordándoos que podéis contactar conmigo dejándome un mensaje en el blog, o
bien escribiéndome un mail a madreyluegoexisto@gmail.com,
os contestaré encantada, y siempre,
listas para brillar.
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