¡FELICES VACACIONES! ¡A LEER!
¿Que es martes y no domingo? Vaaaale,
pero vamos a ver, ¡en vacaciones todos los días son domingo!
Hola chic@s ¿List@s para brillar?
En pleno verano, decides irte a
recorrer mundo y acabas en un país del hemisferio sur con mucha historia
detrás...te comentan que hay unas ruinas poco conocidas pero muy interesantes
para visitar y te seduce la idea de ver algo que no sea lo usual, de perderte
un poco en el país que visitas y profundizar más en su cultura…y allí que vas,
emocionada por las sorpresas que la visita turística te puede deparar…pero tu
sorpresa llega cuando te introduces en una trampa de la que no puedes escapar y
que tiene toda la pinta de ser mortal…
Esa es la premisa de la novela “Las ruinas” de Scott Smith, y os aseguro
que si os metéis en el libro, vais a pasar auténtico terror. Lo recuerdo como
un libro intenso y creo que es una lectura apasionante si os gusta el género.
No así la película que hicieron basándose en este libro, que deja mucho que
desear. Lo publicó, allá en 2007 la editorial Ediciones B y no creo que tengáis
problemas para encontrarlo. Yo, este libro, en concreto—como algunos otros que
os he recomendado—lo tengo en papel, porque fueron regalos, pero no creo que
tengáis problemas tampoco para conseguirlo en formato epub, o el que lea
vuestro libro electrónico.
Y hablando de libros…el otro día
me sucedió algo curioso con mi hijo que os quiero explicar. No sé si alguna vez
os habéis parado a pensar que los cuentos tradicionales son terroríficos y el
efecto que ello puede causar en vuestro pequeño o pequeña. Yo lo experimenté en
directo hace pocos días mientras le explicaba a mi hijo el cuento de Hansel y
Gretel.
No me gusta contarle ese cuento,
aunque no porque no haya lobos o brujas terroríficas—que también las hay—ni
porque haya una madrastra malvada, que es punto común de diversos cuentos,
aunque me gusta pensar que en la vida real, la mayoría de las madrastras que
pudieran tener nuestros hijos, por ejemplo, en caso de divorcio de la pareja,
serían personas que velarían por ellos y enriquecerían sus vidas, y no todo lo
contrario, sino porque, en este cuento concreto, lo terrorífico es el propio
padre, que voluntariamente los abandona a su suerte, con el claro conocimiento
de que lo más probable será que mueran.
Para una criatura de corta edad,
un pilar fuerte de seguridad es la familia. En esa edad tus padres son
todopoderosos y te salvarán de cualquier mal que te pueda turbar, así que lo
que menos quieres oír, es que hay un padre cruel que deja a los niños en un
bosque cuando anochece, que los abandona, con toda la carga emocional que eso
conlleva.
Pero mi hijo se empeñó en qué
quería ese cuento y empecé a contarlo, viendo cómo, ya en las primeras
palabras, se le iba mudando la cara hasta el punto de casi romper a llorar,
pues bien ¿qué hice? Reconducir el cuento. Hansel había tirado guijarros y
gracias a ellos volvían a casa, el padre se arrepentía de su decisión y no
volvía a intentar abandonarlos, pero un día, yendo a talar árboles con él, se
perdían siguiendo a un pajarillo; por lo
demás, igual, omitiendo a una posible madrastra malvada, a la que no volví a
mencionar. El cuento sigue teniendo casita de chocolate y un final feliz, pero
sobre todo, lo que tiene es un pilar seguro y fuerte, la familia.
Por eso quería hacer una
reflexión, paraos a pensar qué le contáis a vuestros hijos, hay que enseñarles
y educarles pero no aterrorizarles, por eso, podéis introducir pequeñas
modificaciones en los cuentos, que no les resten valor narrativo, pero que les
gusten mucho más y no les causen dolor, especialmente si son muy pequeños. Sabemos
que la vida es dura y que hay que prepararles para ello, pero no hace falta
enfrentarlos a según qué enseñanzas a tan corta edad. Y luego, lo que está
claro, es que podrás estar en pareja con el padre del niño o no, pero ambos
progenitores, formáis un pilar de afecto y cuidados, que parece esencial no
romper.
No quiero parecer moralizadora,
únicamente compartir una experiencia, y a partir de ahí, cada uno que saque sus
propias conclusiones, desde luego no voy a ser yo la que os enseñe a educar,
pero si desde este episodio os puedo dar una buena idea, bienvenida sea.
Y eso es todo por hoy y por un tiempo, me despido, no sin antes
desearos unas muy felices vacaciones y dándoos las gracias por estar
ahí, me ha encantado esta experiencia y compartir el tiempo con vosotr@s, un
beso enorme y ¡hasta septiembre!
Podéis contactar conmigo
dejándome un mensaje en el blog, o bien escribiéndome un mail a madreyluegoexisto@gmail.com, os
contestaré encantada, y como sabéis, espero
que estéis siempre, listas para brillar.
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